Pon la tele...alla tú
Ayer, mientras tomaba un bocado al final del día me tropiezo con un entretenido concurso televisivo basado en torno a la presencia de numerosas cajitas que contienen cifras millonarias y la concursante va rechazando progresivamente. En un determinado momento ésta se planta y gana una sustanciosa suma de dinero. Pero aún quedaban algunas por abrir. Y ahora viene lo bueno: Siguen abriendo cajas al ritmo de ¿que hubiera pasado si...?. La respuesta a esta pregunta es: no lo sabemos. En efecto, no existe el destino. Pero ellos siguen con su prueba falsa determinista, negando el azar en un programa de azar, manteniendo una mentira que ya fue rechazada hace siglos pero que, al igual que otras, permanece en el lenguaje de la calle y la tele se encarga de reforzar. Pero al contrario que otras falsas ideas intencionadamente difundidas, estoy seguro de que ésta no tiene otro origen que la propia ignorancia de los responsables del programa. Y tu ya te puedes dejar los cuernos en clase peleando contra supercherías , creencias a pies juntillas, demonios y apariciones ectoplasmáticas. Menos mal que cada vez vemos menos la tele y pasamos más tiempo frente al pc. Por fortuna, el monopolio de la información por parte de televisiones, radios y periódicos tiene los días contados. En la era de la revolución digital cualquier persona con una buena idea puede llegar al mundo en tan sólo unas horas. Como hizo hace pocas semanas Juan Mann (pronunciado en inglés "one man"), un desconocido que escribió dos palabras en un cartel, "Free hugs (abrazos gratis)", y se metió el mundo en el bolsillo porque el mundo entero así lo ha querido. Su iniciativa, que comenzó con este vídeo está siendo repetida por todo el planeta y da mucho que pensar. ¡Viva la red!.
Saludos